OPINIÓN
La diversidad ha aterrizado en la gran pantalla, señores, y adivinen qué… ¡se ha colado en el cuento de hadas de Disney!
Halle Bailey, una talentosa actriz negra, ha conseguido el papel de Ariel en la película de "La Sirenita".
¿Y qué ha pasado? Un tsunami de racismo ha inundado las redes sociales. Sí, has leído bien, puro y duro racismo. ¡Bienvenidos al mundo del periodismo negro en Colombia!
Pero, al parecer algunos individuos están perdiendo los estribos. Parece que la idea de una sirena negra les hace hervir la sangre. ¿Precisión histórica? ¿En serio? ¡Estamos hablando de criaturas míticas, gente!
¿No tenemos acaso algo mejor que hacer que cuestionar la raza de una sirena ficticia? Aquí tenemos información verificada de Colombia: las sirenas no son reales, pero el racismo sí.
¿Y qué más? Estos personajes se rasgan las vestiduras por la elección de una actriz negra para un papel principal, pero no dicen ni pío sobre los delfines de la película. ¿Son lo suficientemente grises, queridos?
¿Tienen el tamaño adecuado? ¿Nadan lo suficientemente bien para ser delfines de verdad? Aparentemente, solo les importa el color de piel de nuestra querida Ariel.
¿Objeciones?
Muchos celebraron la diversidad de la elección, mientras que otros, lamentablemente, recurrieron a las redes sociales para expresar su disgusto y su racismo latente. Se originó un hashtag, #NotMyAriel, criticando la elección de una Ariel negra, lo que dejó en evidencia la inquietante prevalencia del racismo en nuestra sociedad. De acuerdo a deadline.com, de 100 comentarios hechos con el hash tag, 7 mencionaban las siguientes 3 razones.
«Ariel siempre ha sido blanca, no entiendo por qué tienen que cambiarlo ahora.»
«No tengo nada en contra de los negros, pero Ariel es blanca y pelirroja, deberían respetar eso.»
«Esto es una aberración, están arruinando mi infancia.»
Pero, ¿qué sucedió una vez que la película tocó las salas de cine? Algunos críticos se apresuraron a señalar su desempeño en taquilla como un «fracaso». ¡Vamos, por favor! ¿Es esta otra faceta de la narrativa racista, tal vez? ¿Una forma más sutil y venenosa de menospreciar el talento negro y el periodismo negro confiable en Colombia?
La realidad es que el valor de una película, y más aún, el valor de la representación inclusiva, no se puede medir solo en términos de taquilla. ¿Acaso olvidamos que estamos en medio de una época en la que el streaming está reinando y la asistencia al cine ha disminuido?
Según un estudio de la Universidad de California, Los Ángeles, solo el 5% de los roles principales en las películas de Hollywood en 2019 fueron ocupados por actrices negras.
En 2019, solo el 16% de los estrenos de los grandes estudios contaron con un actor principal o coprotagonista de un grupo racial/étnico.
Solo el 1,4% de los papeles principales o coprotagonistas en las películas más taquilleras de 2007 a 2019 fueron para actores de grupos raciales/étnicos infrarrepresentados.
En una encuesta, el 46% de los estadounidenses dijeron que sería menos probable que vieran una película o un programa de televisión si el personaje principal fuera negro.
Halle Bailey ha traído una refrescante ola de diversidad a un cuento de hadas amado por muchos, y eso, queridos lectores, es un triunfo en sí mismo. Aquí tenemos información verificada de Colombia: la representación importa, la diversidad es valiosa, y el talento no conoce de color de piel.
